jueves, 15 de enero de 2015

El vals de las tortugas


Sabias son las tortugas marinas, que van a su ritmo: lento pero constante. Ellas tienen un gran sentido de orientación y con sus movimientos pausados buscan el lugar perfecto para desovar en las arenas de alguna playa. Su finalidad es realizar bien su tarea para mantener la especie.


Esta semana repasando para un examen, en el apartado que habla sobre las Wikis me he encontrado con: “La palabra wiki proviene del hawaiano wiki wiki que significa ‘rápido’”.

Infelizmente hay gente que prefiere y se preocupa más en hacer las cosas “wiki wiki”, en lugar de disfrutar de cada instante de su vida.

El ser humano, a diferencia de las tortugas, va siempre en búsqueda de la rapidez y la inmediatez. Vivemos en una sociedad dominada por las prisas, en la que predomina la expresión “tiempo es dinero”. El problema está en que la gran mayoría de las personas no se dan cuenta que moverse a gran velocidad no implica que uno está yendo en la dirección correcta.

Un consejo: “Cambia el reloj por la brújula para tener el norte claro”.


“-¿Podrías decirme, por favor, qué camino he de tomar para salir de aquí?
-Depende mucho del punto adonde quieras ir- contestó el Gato.
-Me da igual dónde- dijo Alicia.
-Entonces no importa qué camino sigas- dijo el Gato.
-… siempre que llegue a alguna parte- añadió Alicia, a modo de explicación.
-¡Ah!, seguro que lo consigues –dijo el Gato-, si andas lo suficiente.”

(Carroll, L. Alicia en el país de las maravillas)

En su dialogo con Alicia, el Gato de Cheshire indica que el camino que queramos tomar dependerá de a dónde pretendamos llegar. De modo que es fundamental tener el norte bien definido porque el objetivo orientará la acción.

En lugar de simplemente “ver la vida pasar”, ¿por qué no implicarte más en hacer que pasen cosas en tu vida?

He aquí una serie de claves para cambiar de estrategia:
-          Definir el norte.
-          Aprender a conocer sus propias fortalezas y debilidades.
-          Ser positivo y tener sentido del humor.
-          Saborear el presente: carpe diem.
-          Disfrutar al máximo cada momento.
-          Hacer buen uso de la lentitud.



En resumen: ¡Deja de correr que las prisas no son buenas!
¿Qué te parece si bailamos el vals de las tortugas: sin prisa pero sin pausa?


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