jueves, 23 de julio de 2015

Entré en DuDa... Salí de DuDa

Era una tarde de verano...
Pasaba delante de aquel conocido café-bar(DuDa)
Cuando, a través de las grandes ventanas, le vi.


Aquel era su refugio:
el ambiente le transmitía la tranquilidad necesaria para leer
y allí encontraba inspiración para dar forma a sus relatos.


Entré en DuDa, pero me paré para (ad)mirarle:
Llevaba puesta sus gafas de montura azul.
Esas que, para mí, le hacían aún más bello.


Cómodamente sentado en el sofá,
estaba absorto leyendo una novela de Hemingway.
Encima de la mesa: su iphone, su "máquina de excribir" y un vaso con café, leche y mucho hielo.


Disfrutar de momentos así, a él le hacía feliz.
Verle cómo disfrutaba de momentos así,
A mí me hacía aún más feliz.


De repente,
sin darme cuenta,
Salí de DuDa.



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