sábado, 29 de noviembre de 2014

Como el Fénix

¡¡Como el Fénix, este blog resurge de las cenizas!!

Ha pasado taaanto tiempo desde el último post. El blog estaba abandonado por completo, pero he decidido volver a la activa. No sé bien si por nostalgia o simplemente porque lo necesito. Escribir aquí siempre fue mi terapia (mi vía de escape) y ahora mismo siento que me hace muchísima falta. 

Tengo unos cuantos borradores guardados, esperando el momento cierto para publicarlos, sin embargo hoy me puse a leer una de las últimas entradas que publiqué: El día 10 de diciembre de 2010 escribí un texto (en portugués) que me gusta muchísimo. En ese día había hablado con un querido amigo de Brasil (saludos a KTL! ;D) y la conversación que tuvimos me inspiró de tal forma que en el mismo momento me puse a escribir. 
De modo que hoy decidí traducirlo al español (os pido que, por favor, me corrijáis si hay algún error gramatical). No está igual al texto original, he realizado algunos cambios que me resultaron convenientes para su mejor comprensión. 

Aquí lo tenéis:

Compañía...

Ella lo vio sentado en medio a la oscuridad de aquella playa olvidada... La luna iluminaba el mar tranquilo y ella pudo ver en sus ojos que algo le atormentaba.

Se sentó a su lado y le dijo delicadamente (mientras le abrazaba):

"¡No temas a la oscuridad! Me quedaré a tu lado, hasta que te sientas seguro y veas que los fantasmas no te perturbarán, sus voces no te asustarán, lo único que oirás será mi voz susurrando una nana en tu oído, hasta que te quedes dormido... 
Cuando abras los ojos, notarás mi ausencia. En realidad... estoy 'lejos': me llamo Recuerdo. Te acompaño tanto en los buenos como en los malos momentos; te ayudo a mantener 'presente' un pasado vivido; te oriento a la hora de tomar 'viejas' decisiones futuras; Y vengo para decirte que rezo por ti: para que encuentres Paz cuando te sientas confundido; para que seas iluminado en los momentos de oscuridad; para que sepas que te protegeré y que estaré contigo siempre que te sientas sólo".

(Escrito por: Pricila A. Albero)

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